Comentarios acerca de la vida nacional. Temas militares, política, seguridad, terrorismo, fuerzas armadas, prensa, radio y televisión, moral y ética ciudadanas. Chascarrillos militares, cocina de campaña, noticias diversas... Todo según los artículos 20 de la Consitución Española y 177 y 178 de las RR.OO. para las FA,s.

16 octubre 2005

50.- Saludo a la bandera nacional y otras cuestiones.

Hasta ahora los hombres habían saludado a la bandera con una inclinación de cabeza aunque permanecieran, algunos, con las patas abiertas. La inclinación de cabeza ha sido distintivo de acatamiento entre los caballeros, siendo, por otra parte, la reverencia y leve inclinación de cabeza su correspondiente en las señoras.
Pero hete aquí que ahora contemplamos en los sucesivos desfiles, desde hace nosecuantísimos años, que las señoras también inclinan la cabeza, sin reverencia, al paso de la bandera nacional.
Craso error y falta de formación, educación y protocolo (o igualitarismo ignorante) en las señoras, sean las que sean, que hacen este gesto. Aquí parece que el Rey es el único que sabe manera. Desde el paragüitas, sujeto por Belloc, cubriendo a Felipe González, que para más inri estaba con una gabardinita sobre los hombros (!) en aquel desfile, pasando por la trinchera (tipo inspector Gadget) de Aznar cuando el Rey iba a cuerpo, etc, etc, etc... Tengo para un libro.
La única concesión que hace el Rey, al dirigirse a autoridades civiles, es quitarse el guante, cosa que los militares ya sabemos no debemos hacer por ser un gesto de educación civil y nuestro guante es una prenda de uniformidad. Además saluda miltarmente a todos puesto que es la traslación histórica de descubrirse, hacer el gesto o llevarse la mano a el ala del sombrero.
El Rey no besa la mano en lugares descubiertos* como hacen, y fatalmente, Zapatero y otros muchos (recuerdo al ministro Ordóñez sacando la mano del bolsillo para dársela a la reina); no lleva mocasines con chaqué, frac o esmoquin, como Felipe González o Felipe de Borbón; no apoya jamás los codos encima de la mesa, como hace el resto de la familia real, menos la infanta Elena...
En fin, queridos compañeros y sin embargo amigos, si queréis saber estar, fijaos en el Rey.


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* Nota.- Lamento disentir de José Antonio de Urbina, dos Grandes de España me avalan.