263.- Furacrollos *.

He estado unos días ausente por cuestiones de fuerza mayor. Durante este tiempo no he visto televisión y sólo ha oído noticias a través de tres emisoras, el resto música clásica.
Hubieran sido días aburridos de no ser por la troupe de cómicos que hay en la escena política. Aunque... esta vez no ha sido un cómico, ha sido un miserable el que me ha hecho reir hasta tener que sujetarme la cintura por motivos que no hacen al caso.
Se trata de aquel que es conocido como Pepiño Blanco. Este buen (?) hombre se ha estirado hablando de la actuación de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, durante el atentado de Bombay que le tocó vivir con cercanía estremecedora (a ella).
He estado en situaciones de peligro en las que había que mantener el tipo, fundamentalmente porque mi gente también estaba allí, pero ninguna como la padecida por nuestra presidenta, que hizo gala de una serenidad y un valor que sólo merecen encomio. Y van dos.
¿Que dónde está el chiste? Pues en que cuando "don" Pepiño, mostrando su auténtica ralea, vomitaba sapos por esa boquita, yo me estaba imaginando al propio "don" Pepiño, en la misma situación, con su carita de topito, temblando como una hoja ante el aliento de una vaca, debajo de la barra del bar donde le pilló la situación a doña Esperanza.
Imagínense ustedes la situación ¿no se les saltan las lagrimas de risa pensando en su cara? Claro, que al fin y al cabo esto es una ficción, lo de doña Esperanza, y la cobardía de "don" Pepiño por sus declaraciones, no.

* Furacrollos: palabra gallega que significa topo en castellano.