34.- Se veía venir.

Bastaba ver la respuesta mundial de católicos y no católicos a la muerte de SS el Papa Juan Pablo II, para comprender que la eventual interrupción de la feroz campaña desatada en España contra de la Iglesia Católica se recrudecería tras el duelo.
En efecto, da igual que haya sido elegido Papa Benedicto XVI, que lo hubiera sido Maradiaga, Sodano, Rouco o cualquier otro cardenal. Hubiera sido vejado, insultado, burlado, desacreditado y ninguneado de igual manera.
Teólogos apartados de la Iglesia, intelectuales agnósticos, o ateos, comprometidos, graciosillos de turno en programas de televisión basura (es decir, casi todos), políticos progresistas, (?), ciudadanos con foto de primera comunión en general, etc... Todos ellos, que alguna vez pertenecieron, o no, a la Iglesia Católica, llenan los micrófonos de los medios proclives de frases rimbombantes con las que critican al nuevo Papa, analizan cuáles son sus limitaciones o su actitud ideológica, explicando qué es lo que debería hacer a partir de ahora.
Curiosa actitud cuando menos, ya que con excepción del comentario que cualquier acontecimiento en la vida merece, llegar a los extremos que todo este paisanaje alcanza sin pertenecer al "club" objeto de su atención, es de todo punto sorprendente. O como está poniéndose el paño tal vez no.